En algunos casos, cuando una mujer se queda embarazada, ese embarazo no llega a término. Este hecho se puede deber a la existencia de un aborto retenido o también denominado aborto diferido, el cual supone que en ciertas ocasiones la mujer deba someterse a un legrado para eliminar cualquier resto del embarazo que continúe presente en el interior de la mujer.
Este tipo de aborto tiene lugar cuando el feto fallece en el interior de la madre, y el cuerpo no es capaz de reconocer esa pérdida que se ha sufrido, y por tanto no es expulsado del interior de la mujer.
La mejor manera de detectar la existencia de un aborto retenido es a través de las revisiones médicas que las mujeres se realizan a lo largo del embarazo. Al realizar la ecografía pertinente, el doctor puede detectar que el feto no presenta latido o se puede dar el caso de observar ciertas características en el feto que puedan llevar a pensar que se puede sufrir un aborto de tipo involuntario o espontáneo.
La realidad es que es muy complicado ser conscientes de la existencia de un aborto diferido, ya que en la mayoría de las ocasiones, la mujer no experimenta una sintomatología clara que haga saber de la situación.
Debemos tener en cuenta que aunque suframos un aborto retenido es normal que podamos seguir presentando síntomas típicos asociados al embarazo, como nauseas, vómitos, dolor de pechos, etc. Las causas de este tipo de abortos pueden ser muchas, la mayoría de las veces asociadas a anomalías cromosómicas en el feto que impiden su correcto desarrollo.
Lo más habitual es que la mujer expulse el tejido embrionario al principio de embarazo, pero existen casos en los que ese tejido permanece en el interior de la mujer, lo que hace necesario que ésta sea sometida a un legrado con el fin de eliminar cualquier rastro que quede del embarazo y que pueda causar futuras complicaciones.
Valeria Rubio
Sexóloga con más de una década de experiencia con un enfoque empático y accesible. Combina su formación académica con una pasión genuina por ayudar a las mujeres a explorar y entender su sexualidad de manera saludable y positiva.