Como sabes, el citomegalovirus está causado por un miembro de la familia de los herpes y se contagia por diferentes tipos de contacto, como son los trasplantes de órganos, las transfusiones sanguíneas, las gotitas de la respiración, el contacto sexual, la orina e incluso la saliva.

A veces incluso estamos en contacto con este virus sin siquiera darnos cuenta, ya que solamente enferman aquellos que tienen el sistema inmunitario debilitado ¿Temes estar sufriendo esta infección? Comprueba si padeces los siguientes síntomas, que son los más comunes: fiebre, fatiga, inapetencia, malestar, dolores musculares, dolor de garganta, erupción cutánea e inflamación de los ganglios linfáticos.

Por otro lado, también hay casos que presentan dolor torácico, tos, ictericia, rigidez del cuello, sensibilidad a la luz… pero estos son menos frecuentes, por lo que no descartes el citomegalovirus si no padeces los segundos.

¿Crees que te has infectado? Lo primero que tienes que hacer es acudir al médico. Este llevará a cabo un examen físico y te palpará la zona del abdomen. En ocasiones también puede mandarte hacer pruebas específicas, como es la prueba de RCP en suero para ADN de CMV o la prueba de anticuerpos para CMV, además de análisis de sangre, análisis bioquímicos…

Si efectivamente el citomegalovirus te está dando problemas, no te preocupes en exceso, ya que normalmente este desaparece entre 4 y 6 semanas sin administrar ningún tipo de medicación. Pero aun así el reposo será una pieza clave y deberás mantenerlo a veces incluso más de un mes, pues, aunque la mayoría de los síntomas desaparecen rápido, la fatiga puede afectarte hasta 2 o 3 meses. En caso de que no acabe de convencerte la espera y los síntomas se te hagan insoportables, puedes tomar analgésicos y hacer gárgaras con agua caliente con el fin de aliviarlos.

Por supuesto, como esta enfermedad se contagia al entrar en contacto con una persona que la padece, evita el contacto íntimo o cercano tanto con adultos como con niños si sufres citomegalovirus. También hay que prestar especial atención en las guarderías, ya que este es un espacio propicio para el contagio. Así que, ¡ten especial cuidado con los bebés! Pues ya sabes lo frágiles que son y no querrás que tus pequeños tengan que pasar por esto.

¿Has padecido alguna vez esta infección? ¿Qué hiciste para mejorar?

Valeria Rubio

Sexóloga con más de una década de experiencia con un enfoque empático y accesible. Combina su formación académica con una pasión genuina por ayudar a las mujeres a explorar y entender su sexualidad de manera saludable y positiva.

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