Muchas mujeres desconocen la existencia de variados métodos naturales para abortar en su propia casa a base de remedios caseros, hierbas, con o sin pastillas abortivas, etc. La mayoría de los remedios disponibles para autoprovocarse la interrupción de un embarazo no deseado son baratos, fiables, sencillos de ejecución, nada agresivos y no requieren colaboración ajena.

Pero antes de ponerse manos a la obra, resulta recomendable tener claro en qué semana de embarazo nos encontramos de cara a escoger un método u otro. Si este no alcanza las cuatro semanas, la práctica ausencia de riesgos permite utilizar cualquier remedio.

Si optamos por abortar sin pastillas, en el capítulo de hierbas pueden utilizarse perejil, poleo, albahaca, cimífuga o angélica, entre otras. Como remedios caseros para abortar, las hierbas admiten presentación en forma infusiones, aceites esenciales, hojas o raíces, teniendo en común que su acción es estimular las contracciones del útero. El perejil en concreto puede manejarse en forma de tallos frescos introducidos en la vagina o como jugo de perejil bebido.

El aborto con pastillas es otra alternativa segura entre la sexta y novena semana, admitiéndose hasta la 12. Su principal riesgo es una aplicación incorrecta en cuanto a dosis o colocación de las pastillas, por degenerar en restos de tejidos o de placenta que pueden traer complicaciones. El medicamento de elección es Cytotec (que contiene misoprostol), del cual se requiere una doble dosis de cuatro pastillas cada una en un intervalo de 24 horas. Para no fallar en el empeño, deben entrar previamente humedecidas en el fondo vaginal, donde comienza el útero. Lo esperable es una hemorragia en cuatro y seis horas tras la primera dosis, acompañada de dolores en bajo vientre que se prolongarán unos dos días. Existe otra combinación de misoprostol denominada RU486, de idéntico uso, y por su parte, está contrastado que altas dosis de vitamina C, como ácido ascórbico puro, provocan aborto a partir de los 21 días de embarazo.
Una vez consumado el aborto se aconsejan una serie de precauciones, como ayudar al útero a relajarse con escaramujo o manzanilla o frenar la hemorragia a base de té de nuez moscada, más aparte té de tomillo para forzar la total eliminación de la placenta.
No podemos terminar este repaso por los remedios caseros abortivos sin advertir que, aún asumiendo su seguridad, tras la práctica de un aborto casero un médico debe supervisar la ausencia de restos de placenta por el riesgo de infecciones que conlleva

Valeria Rubio

Sexóloga con más de una década de experiencia con un enfoque empático y accesible. Combina su formación académica con una pasión genuina por ayudar a las mujeres a explorar y entender su sexualidad de manera saludable y positiva.

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