A pesar de que hoy hay un gran volumen de información en diferentes plataformas, aún se dan bastantes casos de embarazo precoz, es decir embarazos en la adolescencia, entre los 13 y los 19 años. Esto ocasiona diferentes trastornos como la interrupción de una fase tan importante en nuestras vidas como es la adolescencia ¿Cómo actuar en estos casos?
Además de la ausencia de vivir la adolescencia, un embarazo de estas características puede poner en riesgo a la madre. Se considera un embarazo de alto riesgo (siempre en función de la edad), pudiendo ir asociadas diferentes complicaciones, sobre todo porque la chica no está preparada ni física ni mentalmente para ese paso. En este caso, todos los expertos coinciden en que la mejor edad para ser madre es entre los 20 y los 36 años aproximadamente.
Las jóvenes adolescentes que quedan en estado pueden presentar en un alto número de casos cuadros de mala nutrición, con carencia de algunos nutrientes esenciales para el correcto desarrollo del bebé.
Además son bastante frecuentes los abortos espontáneos y partos prematuros, por otro lado hay posibilidades de que el niño cuente con más problemas de salud o incluso problemas de desarrollo. En el caso de embarazos de niñas menores de 15 años, el bebé tiene un alto índice de probabilidades de nacer con malformaciones así como otro tipo de riesgos.
A estas complicaciones que puede conllevar un embarazo precoz para el bebé hay que sumar los problemas psicológicos que acarrea esta situación para la embarazada. Pueden darse casos de sentimiento de rechazo social, algo que puede desembocar en que ella rechace al bebé, no solo por culpa de ese rechazo sino que no quiere asumir la responsabilidad.
También se debe tener en cuenta que un embarazo prematuro puede provocar una situación de severa tensión y conflicto, en el peor de los casos rechazo por parte de la familia. Por ello, es totalmente recomendable la información y la comunicación, no solo con la familia sino con profesionales para un completo asesoramiento.
Valeria Rubio
Sexóloga con más de una década de experiencia con un enfoque empático y accesible. Combina su formación académica con una pasión genuina por ayudar a las mujeres a explorar y entender su sexualidad de manera saludable y positiva.