Si el amor es uno de los grandes temas universales, la infidelidad entre los amantes no podía dejar de ser una de las cuestiones más en boca, papel o pantalla, entre las personas y los profesionales de la salud, en este caso mental/emocional. Los llamados «cuernos», en nuestra sociedad en que reinan la evitación del incesto y la monogamia, constituyen uno de los peores efectos secundarios del amor; según el caso y la persona, el peor. No es de extrañar, pues, que en la mayoría de ocasiones lleven a la ruptura.
El amante que ha sentido la punzada de la traición ha de transitar por una serie de zonas mentales/emocionales más o menos abruptas y duraderas. A veces se precisarán consejos y ayuda profesionales, aunque no todo el mundo puede (o quiere) dar este paso. Pero contemos con más ayuda o con menos, la desconfianza, la baja autoestima, el dolor de la traición, la rabia e incredulidad, el difícil pero necesario perdón, todo eso y más, está ahí, en nuestro camino, para trabajarlo y, al final del mismo, aparecer siendo una persona mejorada.
Porque sí, todo trauma vital es una oportunidad para evolucionar. Si hacemos esto consciente, el doloroso tránsito se tornará más liviano.
Pero antes de nada es fundamental liberar esas negativas emociones que nos invaden: llorando, gritando, pataleando…, en una palabra: expresándonos. A partir de ahí, el trabajo racional/mental será más completo y efectivo, un trabajo cuya meta será el aceptarnos y querernos tal cual.
Nuestras herramientas: la interacción con los que nos quieren, aprender a estar con nosotros mismos, hacer lo que más nos llena, o recuperar espacios y personas positivos (posiblemente olvidados). En realidad, regalos ofrecidos por esa infidelidad/ruptura: por esa oportunidad para lograr una versión mejorada de nosotros mismos.
Valeria Rubio
Sexóloga con más de una década de experiencia con un enfoque empático y accesible. Combina su formación académica con una pasión genuina por ayudar a las mujeres a explorar y entender su sexualidad de manera saludable y positiva.