Cuando se realiza un ultrasonido ginecológico, es común que el informe incluya términos como AVF (anteversoflexión) o RFV (retroversoflexión) para describir la posición del útero. Si alguna vez has leído estas siglas y te has quedado con dudas, no te preocupes, porque aquí vamos a desglosar todo lo que necesitas saber sobre estas posiciones del útero y cómo pueden influir en tu salud.

¿Por qué importa la posición del útero?

El útero, también conocido como la matriz, es un órgano clave en el sistema reproductivo femenino. Su ubicación en la pelvis puede variar de una mujer a otra, y conocer su posición es importante para entender ciertos síntomas, planificar un embarazo o realizar procedimientos médicos como la colocación de un dispositivo intrauterino (DIU).

Posiciones más comunes del útero

Existen varias posiciones posibles para el útero, pero las dos más comunes son:

  • Útero en AVF (anteversoflexión): El útero se inclina hacia adelante, en dirección a la vejiga.
  • Útero en RFV (retroversoflexión): El útero se inclina hacia atrás, hacia el recto.

Ambas posiciones son normales y no necesariamente indican un problema de salud, pero es importante entender cómo pueden influir en aspectos como el dolor menstrual, las relaciones sexuales o la fertilidad.

¿Qué es el útero en anteversoflexión (AVF)?

El término anteversoflexión (AVF) describe un útero que está inclinado hacia adelante, es decir, su parte superior (o fondo uterino) está más cercana a la vejiga. Esta es la posición más común, presente en aproximadamente el 75% de las mujeres.

Características del útero en AVF

Un útero en AVF generalmente se considera la posición «normal» en los estudios ginecológicos. Algunas características clave incluyen:

  • Compatibilidad con el embarazo: Esta posición facilita la implantación del embrión y suele estar asociada con una fertilidad normal.
  • Menos riesgo de molestias: Es menos probable que cause síntomas como dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia) o molestias pélvicas.
  • Efecto en el ciclo menstrual: Normalmente, no tiene un impacto significativo en el dolor menstrual o en la intensidad del sangrado.

A menos que existan otras condiciones médicas asociadas, como endometriosis o miomas, un útero en AVF no requiere tratamiento ni seguimiento especial.

¿Qué significa tener un útero en retroversoflexión (RFV)?

Por otro lado, el útero en RFV (retroversoflexión) está inclinado hacia atrás, apuntando hacia el recto en lugar de hacia la vejiga. Aunque esta posición es menos común (aproximadamente en el 25% de las mujeres), sigue siendo completamente normal y no suele ser un problema médico.

¿Es malo tener un útero en RFV?

Un útero en RFV no es una enfermedad, pero puede estar relacionado con ciertos síntomas o condiciones, como:

  • Dolor menstrual: Algunas mujeres con útero en RFV experimentan mayor dolor durante la menstruación debido a la presión en el recto y los ligamentos pélvicos.
  • Dolor durante las relaciones sexuales: En ciertas posiciones sexuales, la inclinación del útero hacia atrás puede causar incomodidad o dolor.
  • Complicaciones menores en el embarazo: Aunque la mayoría de las mujeres con útero en RFV tienen embarazos saludables, en algunos casos iniciales podría haber más molestias debido a la posición del útero. Sin embargo, este suele enderezarse a medida que el embarazo avanza.

¿Se puede corregir la retroversoflexión?

En general, no es necesario «corregir» un útero en RFV, ya que no es una anomalía. Sin embargo, si los síntomas son muy molestos, un médico puede recomendar ejercicios, dispositivos o incluso cirugía en casos extremos.

¿Qué puede influir en la posición del útero?

Aunque la posición del útero suele ser algo anatómico y natural, existen factores que pueden influir en su orientación:

  • Condiciones médicas: La endometriosis, los miomas uterinos o las adherencias pélvicas pueden alterar la posición del útero.
  • Partos previos: Los cambios en la pelvis tras un parto vaginal pueden afectar la inclinación del útero.
  • Histerectomías parciales o cirugías ginecológicas: Estos procedimientos pueden modificar la orientación uterina.

¿Cómo se diagnostica la posición del útero?

La posición del útero se diagnostica generalmente mediante un ultrasonido transvaginal o abdominal. También puede detectarse durante un examen ginecológico de rutina, aunque el ultrasonido proporciona una imagen más precisa.

¿Es necesario tratarlo?

En la mayoría de los casos, no. Tanto un útero en AVF como en RFV son posiciones normales. Solo se requiere intervención si la posición del útero está causando síntomas significativos o está relacionada con una condición subyacente.

Preguntas frecuentes

¿Un útero en RFV puede dificultar el embarazo?

No necesariamente. La retroversoflexión del útero no suele afectar la capacidad para concebir. Sin embargo, si existen otras condiciones asociadas, como endometriosis o adherencias pélvicas, podrían dificultar el embarazo. Es importante hablar con un ginecólogo si tienes dudas al respecto.

¿El dolor menstrual está relacionado con la posición del útero?

En algunos casos, sí. Las mujeres con útero en RFV pueden experimentar mayor dolor menstrual debido a la presión en los nervios y tejidos circundantes. Sin embargo, este no siempre es el caso, y otros factores, como los niveles hormonales, también influyen.

¿Se puede cambiar la posición del útero?

En términos generales, la posición del útero es anatómica y no puede cambiarse permanentemente sin intervención quirúrgica. Sin embargo, algunos ejercicios pélvicos pueden ayudar a reducir los síntomas asociados con la retroversoflexión.

Aunque términos como AVF o RFV pueden sonar complicados, son simplemente maneras de describir la posición del útero, y ambas son completamente normales. Conocer esta información te permite comprender mejor tu cuerpo y abordar cualquier inquietud con tu ginecólogo. Recuerda que, aunque la posición del útero puede influir en ciertos síntomas o condiciones, rara vez es un problema en sí misma. Si tienes dudas o molestias, consulta a un profesional de la salud para recibir orientación personalizada.

Valeria Rubio

Sexóloga con más de una década de experiencia con un enfoque empático y accesible. Combina su formación académica con una pasión genuina por ayudar a las mujeres a explorar y entender su sexualidad de manera saludable y positiva.

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