Para evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no deseados, es esencial, antes de practicar sexo, informarse de qué métodos anticonceptivos se pueden utilizar. Los anticonceptivos con una efectividad más alta son los métodos hormonales y los de barrera, que, como se muestra a continuación, tienen características distintas.
En cuanto a los métodos hormonales, los más comunes son la píldora y el anillo vaginal. La píldora consiste en una pastilla que la mujer debe tomar a diario y que, gracias a su carga hormonal, inhibe la ovulación, lo cual impide que se produzca el embarazo. El anillo vaginal actúa de manera similar; se trata de un aro flexible que se introduce en la vagina y que libera hormonas durante 21 días. Tras este periodo, se retira durante 7 días y vuelve a repetirse el mismo proceso.
Ambos métodos tienen una efectividad cercana al 99%, protegen del embarazo en todo momento y tienen un precio mensual muy asequible. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no funcionan como barrera física y, por lo tanto, no evitan el contagio de enfermedades de transmisión sexual, por lo que son recomendables solo si se tiene una pareja fija.
En lo referente a los métodos de barrera, el más utilizado es el preservativo o condón, una funda de látex que se coloca en el pene en erección e impide el paso del semen tras la eyaculación. Su efectividad se aproxima al 98%, aunque presenta los inconvenientes de que es de un solo uso y de que las condiciones externas, como la temperatura, pueden deteriorarlo y provocar su rotura. Aun así, tiene la ventaja de que actúa como barrera contra las enfermedades de transmisión sexual, por lo que es ideal como prevención si se tienen varias parejas sexuales.
Valeria Rubio
Sexóloga con más de una década de experiencia con un enfoque empático y accesible. Combina su formación académica con una pasión genuina por ayudar a las mujeres a explorar y entender su sexualidad de manera saludable y positiva.