La eyaculación femenina es al conjunto de fluidos expulsados por la vagina a través de las glándulas de Skene. Generalmente dicha expulsión se produce tras el orgasmo, aunque pueden existir eyaculaciones involuntarias, por ejemplo, mientras se duerme.
Los fluidos expulsados constan de un líquido blanco o transparente semi viscoso, de composición muy similar al líquido que expulsan los hombres a través de la próstata o al líquido preseminal. Consta de agua, sales minerales, ácidos y cetona entre otros componentes. Dependiendo de la mujer y de la ocasión puede ser expulsado con más o menos fuerza, y en mayor o menor cantidad.
¿Cómo conseguir una eyaculación femenina?
La forma más sencilla de obtenerla es tras el orgasmo, ya sea después de la masturbación propia o el sexo con otras personas (masturbación, sexo oral, sexo con penetración vaginal…) . Cada mujer es un mundo, y por ello es necesario saber qué acciones la excitan más y la producen más placer para llevarla al clímax.
Si la mujer es clitoriana, es decir, que sólo obtiene orgasmos a través de la estimulación del clítoris, es necesario presionarlo, estimularlo en círculos y lateralmente con la fuerza, constancia y ritmos requeridos para conseguir que la mujer eyacule, ya que con la penetración no va a conseguir llegar al orgasmo. La mujer puede ser también vaginal, es decir, que llegue al orgasmo a través de la penetración y correcta estimulación del punto G, pero rara vez una mujer presenta síntomas de obtener un orgasmo únicamente con penetración (sin nada de estimulación clitoriana, o de los labios menores).
Mitos de la eyaculación femenina
Son muchos los mitos que rodean a la eyaculación femenina. En parte se deben a que el estudio acerca de ella es muy reciente debido a las imposiciones científicas del sistema patriarcal, y aun se desconoce mucho sobre el origen anatómico exacto de la misma. A continuación se exponen algunos de los mitos más comunes:
-Las mujeres no eyaculan: La mayor parte de la gente suele asociar la palabra «eyaculación» con la segregación de semen del hombre. Es por ello que cuando se habla de eyaculación femenina, al tener la palabra asociada al semen, la mayor parte de esa gente afirma que no existe, y que las mujeres no pueden hacerlo. Pero la eyaculación no es más que la expulsión de flujo, ya sea flujo masculino o femenino, por lo tanto sí que existiría la de la mujer.
-Todas las mujeres pueden lograr un «squirt» o «eyaculación a chorro»: Las películas X a lo largo del tiempo han creado una serie de mitos en torno al sexo, como que si estimulamos brutal e insistentemente la vagina lograremos que los flujos vaginales salgan a chorro de forma descontrolada en forma de «squirt». No todas las mujeres son capaces de lograrlo por muy bien que se las estimule. De hecho, las que lo logran son una minoría mundial, y la mayor parte de escenas porno de este tipo de eyaculación son falsas y logradas con pequeñas bombas de agua a presión, o lluvias doradas camufladas como eyaculaciones.
-Si una mujer eyacula poco es que no ha disfrutado o no ha llegado al orgasmo (está fingiendo): Es mentira. Cada mujer eyacula una cantidad, unas más y otras menos, e incluso algunas casi nada o directamente son incapaces anatómicamente de eyacular pero sí tienen orgasmos. Además, aunque una mujer normalmente eyacule una cantidad considerable, en otras ocasiones puede no eyacular tanto debido a la alimentación, el ritmo sexual que lleve últimamente o la hidratación.
Consejos
Para poder lograr el orgasmo y por consiguiente la eyaculación es necesario conocerse bien y no tener miedo de explorar lo que gusta y lo que no. La masturbación es una opción para ello, pero también la comunicación abierta y fluida con la pareja acerca de formas de llevar a cabo la práctica sexual.
Valeria Rubio
Sexóloga con más de una década de experiencia con un enfoque empático y accesible. Combina su formación académica con una pasión genuina por ayudar a las mujeres a explorar y entender su sexualidad de manera saludable y positiva.