En este artículo vamos a hablar sobre una enfermedad muy común que afecta a los órganos sexuales de muchas mujeres como es la vaginosis bacteriana. Por ello, trataremos de dar respuesta a las preguntas más frecuentes sobre sus causas, sus efectos, cómo se transmite y cómo puede tratarse y prevenirse.
La vaginosis bacteriana es la principal causa de infección en la vagina. En esta zona del aparato reproductor femenino habitan multitud de bacterias, la mayoría de ellas con un carácter beneficioso para la salud. En condiciones normales, existe un equilibrio natural entre los microorganismos positivos y los nocivos, el cual puede verse afectado por múltiples razones que expondremos más adelante. Cuando ésto se produce tiene lugar la vaginosis bacteriana, un problema de carácter leve en su fase inicial pero que puede derivar en complicaciones si no se sigue el tratamiento adecuado.
Las causas de la vaginosis bacteriana no están claras entre los médicos y expertos, si bien es cierto que se conocen una serie de factores que influyen en que esta infección pueda aparecer. Las duchas vaginales, el consumo de tabaco y una disponer de una nueva pareja sexual o tener varias distintas, ya sean masculinas o femeninas, aumentan el riesgo de padecer este problema.
Contrariamente a lo que muchas mujeres creen, es totalmente imposible contraer vaginosis bacteriana por sentarse en un retrete o porque los genitales entren en contacto con la ropa de cama, el agua de las piscinas o las toallas.
La vaginosis bacteriana tiene unos síntomas muy característicos pero hay que destacar que muchas mujeres, sobre todo en las fases iniciales de la infección, no sufren molestia alguna, lo que complica el diagnóstico y el posterior tratamiento. De esta forma, el picor, el exceso de flujo con un olor desagradable y, en algunos casos, dolor, son las principales formas en que se manifiesta la enfermedad.
El principal problema de no tratar adecuadamente este tipo de infección es que, posteriormente, puede derivar en complicaciones en el embarazo, aumentando el porcentaje de posibilidades de que el bebé pueda nacer de forma prematura y con bajo peso. Además, también hace crecer las posibilidades de padecer un embarazo ectópico, es decir, aquél en que el óvulo fecundado se adhiere y crece en las trompas de falopio en lugar de en el útero.
Por último, vamos a hablar del tratamiento de la vaginosis bacteriana. En algunas ocasiones, esta infección puede desaparecer sin necesidad de tratarla, pero no es lo más habitual. Los antibióticos clindamicina y metronidazol son los fármacos recomendados para tratar este problema y su ingesta durante un período de entre 5 y 7 días suele ser suficiente para hacerlo desaparecer. Hay que decir, ademas, que el tipo y la dosis varía según la edad de la paciente y de si esta se encuentra o no embarazada.
Esperamos haber resuelto todas tus dudas acerca de la vaginosis bacteriana. Ya sabes, si notas alguno de estos síntomas o quieres obtener más información, no dudes en consultar con tu ginecólogo.
Valeria Rubio
Sexóloga con más de una década de experiencia con un enfoque empático y accesible. Combina su formación académica con una pasión genuina por ayudar a las mujeres a explorar y entender su sexualidad de manera saludable y positiva.