Celos enfermizos

Si tu chico no se fía de ti sin motivos, cree que le eres infidel o te interroga sobre tus amigos, compañeros de trabajo o estudios, probablemente pienses que es celoso, pero si eso va a más y se convierte en un problema para ti o para ambos, no son simplemente celos… son  celos enfermizos, algo obsesivo pone en peligro cualquier relación y a una misma.

Estos sentimientos de celos o desconfianza cuando se llevan al límite, son pocas las parejas las que aguantan y la propia situación provoca la ruptura. Y es que ninguna chica debería aguantar una relación así.

Y es que la persona que tiene celos enfermizos puede llegar a provocar situaciones insostenibles, como que tu chico te prohiba salir o hablar con los demás, y siga pensando sin fundamento alguno que le eres infiel, y desconfíe en todo momento de ti y trate de vigilarte.

En ocasiones puede hasta puede desarrollar comportamientos violentos, puesto que el celoso enfermizo puede convertirse en delirio y perturbar la percepción de la realidad. Ante cualquier tipo de violencia, lo mejor es cortar por lo sano y buscar ayuda.

Los celos consisten un deseo de poseer a una persona en exclusiva y es que las personas que sufren estos sentimientos tan intensos, tienen una distorsión de la realidad y un pensamiento erróneo, porque la verdad es que nunca podemos poseer a nadie, puesto como es obvio, las personas no son «propiedades privadas».

Detras de estos sentimientos de tanta desconfianza hacia la pareja, lo que hay es inseguridad y falta de autoestima por parte de persona que es celosa. Normalmente se comparan con los demás y se sienten amenazados e inferiores.

Si tu pareja muestra los síntomas de ser un celoso enfermizo, ten en cuenta que no debes ceder en sus chantajes y peticiones que normalmente tienden a limitar bastante tu libertad, y desde luego no consientas ningún tipo de comportamiento violento.

Existen terapias para aprender a controlar las conductas posesivas y celosas sobre las personas que amamos, y es que cuando los celos vienen acompañados de deseos de poseer o controlar a una persona, así como conductas violentas, esa persona debe ponerse en manos de un profesional.

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