¿Alguna vez pensaste que sería ideal hacer un 2×1 de los beneficios de los anticonceptivos orales y del DIU? Lo que buscas tiene nombre propio: ¡Mirena! Si ya te ha picado la curiosidad y ya has comparado los diferentes anticonceptivos que existen, seguro que ya conoces de sobras qué beneficios y efectos secundarios presentan todos y cada uno de ellos.
Mirena es un sistema intrauterino parecido al DIU de plástico que libera levonorgestrel, una de las hormonas presentes en los anticonceptivos orales. Como puedes imaginar, su efectividad es muy alta y hasta ha llegado a compararse con la esterilización femenina, aunque en este caso por suerte el proceso es reversible, a la vez que fácil y cómodo a la hora de usarlo. ¿Y sabes lo mejor? A diferencia de los anticonceptivos orales, solo tendrás que colocarlo una vez y este estará ejerciendo su acción de forma continuada hasta un máximo de 5 años.
Entre los beneficios de de Mirena se encuentra la posibilidad de usarlo aun sin haber tenido hijos, aunque esta no suele ser la primera opción a la hora de elegir un anticonceptivo en estos casos. Otro gran beneficio es que usando este sistema tus menstruaciones serán más cortas y menos dolorosas, al igual que con otros métodos anticonceptivos. Y lo mismo ocurre con el sangrado menstrual, que pasa a presentar una cantidad menor.
¿Temes que conlleve efectos secundarios severos? ¡No te preocupes! Ya que, al igual que ocurre con muchos otros anticonceptivos, los efectos secundarios más comunes de Mirena son: los sangrados irregulares, el aumento y la sensibilidad de los senos, los dolores de cabeza y el dolor abdominal. Claro que como efecto secundario tal vez te estés refiriendo a la pregunta del millón: ¿engorda? En principio Mirena no debería producir cambios en el peso (¿te lo esperabas?).
Nos queda la parte más sensible a tratar: el precio. En este caso, cabe decir que el precio de este método anticonceptivo es bastante más elevado en comparación con otros como son los anticonceptivos orales o los preservativos, ya que este ronda los 200 € en España, pero también es para cambiarlo una vez cada cinco años. Echa cuentas a ver si te compensa.
¿Ya lo has probado alguna vez? ¡Cuéntanos tu experiencia!
Valeria Rubio
Sexóloga con más de una década de experiencia con un enfoque empático y accesible. Combina su formación académica con una pasión genuina por ayudar a las mujeres a explorar y entender su sexualidad de manera saludable y positiva.